sábado, 25 de abril de 2009

25 años de afición.

Un cuarto de siglo, veinticinco años… Recuerdo aquel 25 de Abril como si de hoy mismo se tratase, una tarde soleada de primavera en que yo me encaminé a solas por Valencia para cumplir con una pretensión largamente anhelada: comprar una cámara de fotos. Tenía 16 años, y aunque las de esta máquina no iban a ser las primeras fotos que yo disparase en mi vida, sí lo serían de una cámara que fuese mía. Una Kodak pocket A-1 no es ni mucho menos algo relevante, pero cuando se comienza, cuando los conocimientos de fotografía son nulos y lo que se pretende más que nada es matar el gusanillo y empezar a darse cuenta del por qué de la magia del clic, con cualquier cosa vale, hasta una caja de zapatos con un agujero (a eso se le puede llamar “cámara estenopeica”).
Hoy hace veinticinco años de aquel día en que compré mi primera cámara, un cuarto de siglo después las cosas han cambiado sustancialmente y aunque conservo aquella cámara de formato 110 con la que inauguraba la práctica de mi afición ya no la uso por razones obvias y porque ya es difícil encontrar y revelar ese tipo de carrete. Desde ese 25 de Abril de 1.984, día a día mi afición se fue extendiendo, probando cosas nuevas, con cámaras bien distintas, desarrollando la inventiva…

Hoy, un cuarto de siglo después, mi pocket A-1 reposa plácidamente entre centenares de cacharros metálicos más nobles pertenecientes a otras épocas, desentonando con su plástico negro, pero con un lugar bien merecido por ser la primera y llegar hasta aquí abriendo camino.

Dentro de otros veinticinco años no sé si todavía existirán estos blogs o seguramente los formatos de comunicación habrán cambiado a la vertiginosa velocidad que se ve evolucionar este mundo día a día, pero como quiera que sea espero adaptarme para poder contar la nueva celebración, y sobretodo espero seguir adelante con mi afición -que también evoluciona- disfrutando como lo hago desde el primer día.